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viernes, 12 de julio de 2013

Pascal

El hombre es una caña, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarla: Un vapor, una gota de agua basta para matarla. Pero aunque el universo lo aplaste, el hombre sería todavía más noble que lo que lo mata, puesto que sabe que muere y el poder que el universo tiene sobre él; pero el universo no lo sabe.
Toda nuestra dignidad consiste, por tanto, en el pensamiento. Es eso lo que nos debe importar, y no el espacio o el tiempo, que nunca podremos llenar. Afanémonos, por tanto, en pensar bien: Éste es el principio de la moral.
Pensamientos, Pascal

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